REALIDAD HOLOGRÁFICA
- Admin
- 19 mar 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 jun 2023
Un holograma es un proceso fotográfico resultante de la superposición de dos rayos láser, uno procedente del aparato original y el otro, del reflejo de éste. La expresión «realidad holográfica» implica la existencia de una realidad que se halla superpuesta a la nuestra a la vez que la refleja.
En los protocolos sobre la elección cuántica hemos visto que a nivel cuántico existen numerosas vías posibles. Estoy convencida de que hay también muchas realidades posibles, o muchas interpretaciones posibles de la realidad. Existen paradojas cuánticas que parecen indicar que las apariencias pueden ser engañosas y que puede que no todo lo que vemos a simple vista sea exactamente tal como lo percibimos. Hay circunstancias y situaciones que desafían cualquier intento de interpretación coherente. En Mensajeros del alba, Barbara Marciniak describe los hologramas como situaciones creadas e insertadas en nuestra realidad a través de portales. Ella afirma que una vez que las hélices han sido reconectadas nuestro ADN debería ser capaz de reconocer estos hologramas. También llegué a la conclusión de que era imposible amarse a sí mismo cuando se estaba bajo los efectos de una distorsión holográfica. Es como si bloquease nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos. Si la característica esencial de la física cuántica especifica que sus valores no existen en un continuo lineal, puedo concebir que la realidad no exista en un continuo y pueda ser influenciada por factores con valores imprecisos. Si esto es así, y si pueden coexistir mundos paralelos, es posible también que haya distorsiones que influyan en la naturaleza de nuestras experiencias. Es como si hubiese otra realidad superpuesta a la actual.
Los hologramas o distorsiones holográficas constituyen una realidad “falsa” o “virtual” que puede confundirse con la realidad tridimensional concreta. Los hologramas son acontecimientos que se crean, se producen y se insertan de forma vibracional en nuestra vida para ofrecernos la ilusión de que forman parte de nuestra realidad. Sin embargo, las distorsiones holográficas son campos energéticos distintos al de la realidad. Vibran a una velocidad increíble, lo cual permite detectarlos mediante kinesiología o cualquier otro método intuitivo. Al hallarse frente a un holograma una persona sensible tendrá la sensación de que hay algo un poco extraño o que no va bien. Algo le parece estar “fuera de lugar”, aun cuando resulta difícil discernir de qué se trata. Ello se debe a las hélices vibratorias del ADN que no están reaccionando correctamente en presencia de dichas distorsiones.
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